Los perros son capaces de distinguir el rostro de un perro de la cara de cualquier otro animal doméstico o salvaje. Y además, lo consideran dentro de la categoría mental de «pertenecientes a su mismo grupo», según un estudio que acaba de publicar la revista Animal Cognition.
Los individuos de una misma especie se reúnen llevar a cabo vida social. Eso implica reconocer similitudes entre individuos de la misma especie. Hasta la fecha, las investigaciones sugieren que muchas especies se sienten más atraídas hacia imágenes de individuos de su mismo grupo. En el caso de los perros domésticos (Canis familiaris), que poseen a mayor variedad morfológica del mundo animal (se han registrado 400 puras razas diferentes) Dominique Autier-Dérian y sus colegas de la Escuela Nacional de Veterinaria de Lyon (Francia) han demostrado que esto no les supone ninguna dificultad a la hora de reconocerse unos a otros a través de fotografías mostradas en una pantalla (es decir, sin referencias olfativas o de otro tipo). Dicho de otro modo, sus cerebros son capaces de crear una categoría visual de «caras de perros».