Algunos perros son muy desobedientes o tienen conductas negativas como morder, saltar por los muebles o ladrar a los desconocidos. Si tienes una mascota desobediente sabrás que es muy frustrante intentar controlarla, aunque existe la posibilidad de modificar su comportamiento. Es fundamental que acudas a tu veterinario para pedirle consejo y que busques clases de obediencia canina para mejorar su conducta a largo plazo.
Identifica las conductas negativas
No todos los perros desobedecen de la misma forma, por lo que es importante averiguar cómo y en qué situaciones actúa de manera rebelde. ¿Tu perro ataca a los invitados o ladra constantemente? Deberías anotar en un cuaderno cada vez que tu perro se comporte de manera desobediente, para revisar posteriormente cualquier patrón de conducta.
También deberías observar si hay algún desencadenante que provoque estos comportamientos, como el timbre de la puerta. Cuando acudas al veterinario o un profesional canino es posible que puedan ayudarte a redirigir estos desencadenantes o evitarlos.
Establece reglas claras
Deberías poner algunos límites dentro del hogar para que tanto tu mascota como tú estéis más tranquilos y cómodos. Además, es importante que todos los miembros de la familia sean coherentes y cumplan las normas. De lo contrario, tu mascota acabará más confundida, provocando más frustración y desobediencia.
Emplea el refuerzo positivo
Este método de entrenamiento implica recompensar las buenas acciones de tu perro y prestar poca o ninguna atención a los malos comportamientos. Puedes recompensar a tu mascota dándole snacks saludables o con muchos mimos. Después de que tu perro haga algo bueno o te obedezca, tendrás que recompensarle de inmediato para que comprenda el mensaje (y repita la buena acción). También es una buena idea recompensar a tu perro cuando se muestre tranquilo.
Ignora los malos comportamientos
Algunos perros se portan mal para llamar la atención, incluso aunque esta atención sea negativa. Para remediar este tipo de comportamiento, tendrás que pasar más tiempo de calidad con tu mascota. Es decir, jugando, paseando por la montaña o entrenando. Sin embargo, si tu perro se porta mal, lo mejor es que no le prestes atención. Recuerda que regañarle significa prestarle atención, y podría malinterpretarlo como un refuerzo positivo (ya que ha obtenido lo que quería). Por tanto, es mejor que te alejes y lo ignores.