Los grandes avances en el conocimiento de la fisiología reproductiva en los perros ha hecho que hoy en día se puedan diagnosticar y tratar multitud de patologías de las que hasta hace unos años era impensable su abordaje y resolución, e incluso salvaguardar la capacidad reproductiva de estos animales.
Los problemas reproductivos que nos podemos encontrar en perras son muy amplios, pudiendo ir desde quistes ováricos a tumores vaginales o problemas de fertilidad, entre otros, siendo los más frecuentes las infecciones de útero (piómetras) y los tumores de mama. En el macho destacan los problemas prostáticos a partir de los 5-6 años. Respecto al parto, el principal problema es la inercia uterina o incapacidad del útero para contraerse adecuadamente durante el parto que se traduce en una incapacidad para expulsar a los cachorros. Un buen control de la madre y de los fetos durante la gestación puede ayudar a prevenir estos problemas ya que suelen ser situaciones de urgencia y puede peligrar la vida de la madre y/o de la camada, siendo especialmente importante en razas puras con un alto valor genético o económico.
Las mejoras de las técnicas de diagnóstico por imagen, especialmente de la ecografía, nos permiten controlar la gestación de un modo óptimo, pudiendo medir diámetros en los fetos a partir de los cuales vamos a poder predecir la fecha de parto, podemos valorar el estado de desarrollo de los mismos, diagnosticar malformaciones o abortos tempranos producidos por deficiencias hormonales.
Importancia de la genética
En muchos de estos procesos subyace un componente hereditario, al igual que en otras muchas enfermedades no reproductivas. Sabemos que en determinadas razas hay una mayor predisposición a ciertas patologías. Así, en razas braquicéfalas hay muchos problemas obstétricos requiriéndose en muchos casos realizar inseminaciones artificiales y cesáreas para poder lograr una camada. En razas pequeñas es más habitual el “síndrome del cachorro único”. Son casos en que se gesta un único feto y esto provoca que no se desencadene adecuadamente el mecanismo del parto y muchas veces haya que realizar una cesárea. En las perras pastor alemán son frecuentes los problemas uterinos lo cual dificulta en ocasiones que se queden preñadas. Las insuficiencias luteales o incapacidad de los ovarios para mantener un nivel adecuado de progesterona necesario para que la gestación llegue a término, son más habituales en razas gigantes, dando lugar a abortos.
Nuevos tratamientos
Hasta hace relativamente poco tiempo la resolución de un gran número de patologías reproductivas pasaba por la esterilización quirúrgica del animal. Hoy en día, y gracias a la aparición de nuevos compuestos químicos podemos por ejemplo tratar médicamente las piómetras en aquellas hembras que tengan un alto interés reproductivo o no sean candidatas a cirugía, con hormonas que bloquean la acción de la progesterona. Estos mismos compuestos químicos también se pueden utilizar para programar cesáreas permitiendo así prestar una mejor atención a la madre y los cachorros y obteniéndose una mayor supervivencia de cachorros por camada. Otra aplicación es su uso para inducir abortos de modo seguro o para tratar tumores en el aparato reproductor que están influenciados por la progesterona.
En los machos son frecuentes las patologías prostáticas y en un gran número de ocasiones es necesaria la esterilización para su resolución. La aparición de bloqueadores de los receptores prostáticos a la testosterona o el uso de agonistas de la GnRH evitan tener que esterilizar quirúrgicamente al perro.
Los agonistas de la GnRH, además de para producir una esterilización química, reversible y segura en machos, también se puede utilizar para tal fin en hembras, evitándose así tener que utilizar los tradiciones fármacos que había disponibles con potencialmente muchos más efectos adversos. Otra aplicación de estos compuestos es el control del ciclo reproductivo en hembras, pudiendo así inducir el celo y la ovulación de un modo muy preciso y controlado.
Reproducción asistida en perros
La biotecnología reproductiva es uno de los campos donde más se ha avanzado en los últimos años. Los procesos de conservación seminal y las técnicas de inseminación artificial han avanzado mucho desde que en 1787 Lazzaro Spallanzani realizara la primera inseminación artificial con semen fresco o desde que en 1969 se obtuviera la primera gestación a partir de semen congelado.
Se han mejorado mucho los diluyentes utilizados para la refrigeración y congelación del semen canino y se han optimizado las técnicas de inseminación artificial así como el momento necesario para hacerlas gracias a un control mucho más preciso de cuando acontece la ovulación en la perra teniendo en cuenta la gran variabilidad que existe entre razas y entre individuos.
Se han creado bancos de semen canino congelado que permiten preservar el material genético de los perros por tiempo indefinido, pudiéndose obtener camadas de machos que han fallecido ya, pudiéndose enviar semen a cualquier parte del mundo evitando así desplazamientos de los progenitores ahorrándose costes y pudiéndose evitar problemas anatómicos o de comportamiento que impiden que se puedan hacer montas.